:(

Aunque estoy lejos de mi ciudad, Los Mochis, Sinaloa, me sigo enterando de lo que pasa allá, y me han dicho que la violencia está más grave que nunca.

Hoy me acordé de una amiga a quien mataron ya hace 6 años, su nombre era Yamilet Hallal Vizcarra, una persona joven que estudiaba y no le hacía mal a nadie, quizás su único pecado era conocer al famoso Esteban Valenzuela Vega, hijo de quien en aquel tiempo era diputado y después gobernador, y un patán en cualquier sentido que busquen, y hoy, también descansa 3 metros bajo tierra.

En lo personal, me tocó conocerlo y salir con él cuando yo estudiaba la preparatoria, el que fuera hijo del gobernador nos abría muchas puertas. El exceso, las bebidas, las chicas, el poder era muy llamativo, razón por la cual también se ganan muchos enemigos. No contaré mucho al respecto. Inteligentemente me alejé a tiempo de ese ambiente y de ese tipo de "amistades".

Ese día, cerca del boulevard Jiquilpan, a 2 cuadras de donde yo estaba, ella, mi Yami, convivía con amigos, bebían felizmente sin preocupaciones, cuando un comando armado, con la misión de asesinar al "Juanito", arremetió con las personas que en ese momento se encontraban presentes, sin importar a quien herían. Pendejos!

Lamentablemente mi Yami no estaba en el lugar mas adecuado y mucho menos en el momento más conveniente, y fue victima de los imparables proyectiles que debió recibir sin piedad mi compañero "Juanito".

Yo no soy nadie para juzgar las acciones de tal persona. Y sin lugar a dudas, ni remordimientos, y mucho menos arrepentimientos, hoy, después de tanto tiempo puedo decir, que la muerte de Juan, años después de ese atentado, se merecía.

Pero no me importa, y hoy solo pienso en que mi Yami está en un muy bonito lugar, donde la cerveza siempre mantiene una temperatura tan baja que casi llega al punto de congelamiento, y estoy seguro que me está esperando para tomarnos nuestro six pack de Tecate dominguero.

Te Extraño Yami, y ahora me toca a mi llevar el six, en eso nos quedamos, y lo llevaré hasta allá donde estés para acabar con él juntos y reírnos como era nuestra costumbre.

La Noticia (2004)

El día de hoy y ayer

Hoy no es un buen día, las garras del vicio en sus diferentes facetas poseen mi organismo. Ayer después de muchos años, quizás 10, fumé mariguana nuevamente.

En aquel tiempo tenía un amigo que le gustaban ese tipo de cosas, le decíamos el Chapo Wawis o mejor conocido como el Geppeto, y con él solía fumar hierba enervante, también en ocasiones ofrecía polvo blanco. Aclaro que no era cada semana, ni cada mes, de más de 10 años de conocerlo, quizás fueron unas 24 veces.

El efecto de la droga provocó en mi un incontrolable efecto hilarante, mis piernas sentían el peso de algo que no existía, pesadas, todo combinado con algunos tragos de cerveza caminaba con paso firme pero inseguro hacía el sanitario, donde ya había alguien ahí. Yo, seguro que lo conocía, pero no.

Sin embargo, era alguien que ya había visto, sus ojeras denotaban cansancio sin haber hecho actividad alguna, solo efectos de drogas conocidas y alcohol. Me referí a Él con toda confianza. Solo pregunte: ¿Como estás? No me respondió. Solo me veía fijamente como esperando otra pregunta, ¿o una respuesta?, No supe.

Parecía un borracho muy triste, tenía en la cara el dolor de los que causa una espina clavada en el corazón, se le notaba el pesar, yo lo ví muy pensativo, se le notaba el motivo por el que estaba afligido, casi a punto de llorar. Recordando esas canciones que llegan, que te dan sed de cerveza y te desgarran el alma, y mientras a lo lejos se escuchaban risas..... no, no eran risas, eran carcajadas de las personas que acompañaban el momento, me percaté que su ropa era igualita a la mia, y al verlo yo fijamente, vi que también me veía, pero todo era un reflejo, el borracho del espejo, su imagen era la mía.

Mi Amigo el Borracho - MyM.

¿Por el Chile?

Ahorita (me caga decir "ahorita"), o mejor dicho, hace algunos escasos minutos pertenecientes a la ultima hora, me acordé de una idiotez que sucedió hace ya algunos años mientras, mis amigos y yo disfrutábamos de un rico aguachile, allá, en el paradisíaco camino hacia el mar en mi querida ciudad de Los Mochis, Sinaloa; ese bonito y arbolado lugar conocido como "Los Alamos".

Crudos pagando la penitencia por habernos embriagado un día antes, ahí estábamos, sentados en una mesa plástica, color blanco, con publicidad de la Coca-Cola impresa en cada una de las 4 esquinas, surge la siguiente conversación:

Penitente 1: SSSSS... aaaaHH... Fffff... AAH.. Se me salió el moco.
Penitente 2: ¿Por el Chile?
Penitente 1: No, por la nariz.
Penitente 1, Penitente 2, Penitente 3, Penitente 4: aaaaJajaja.

Si.

Twitter: Vale Pichorra

Ya valió madre, caí vilmente en las redes sociales, por lo pronto en Twitter, si alguien le interesa un poco este pobre individuo solitario y meloso, pues siganme en: Twitter. Gracias

Ahogame y hiéreme

Aturdido y abrumado
por la duda de los celos,
se ve triste en la cantina
un bohemio ya sin fe.
Con los nervios destrozados,
y llorando sin remedio
como un loco atormentado
por la ingrata que se fue.

Se ve siempre acompañado
del mejor de los amigos,
que le acompaña y le dice:
"ya está bueno de licor".
Nada remedia con llanto,
nada remedia con vino:
al contrario, la recuerda
mucho más su corazón.

Una noche, como un loco,
mordió la copa de vino,
y le hizo un cortante filo
que su boca destrozó.
Y la sangre que brotaba
confundióse con el vino,
y en la cantina este grito
a todos estremeció:

"No te apures compañero
si me destrozo la boca,
no te apures que es que quiero,
con el filo de esta copa,
borrar la huella de un beso
traicionero que me dio."

"Mozo, sírveme la copa rota,
sírveme que me destroza
esta fiebre de obsesión.
Mozo, sírvame en la copa rota,
quiero sangrar gota a gota
el veneno de su amor."

"Mozo, sírveme en la copa rota,
sírveme que me destroza
tanta fiebre de obsesión.
Mozo, sírveme en la copa copa rota,
quiero sangrar gota a gota
el veneno de su amor.

Copa, hiéreme, deja que el dolor que puedas provocar nuble el otro dolor que cubre su abandono. Solo mientras tu efecto dure y mañana la recuerde de nuevo.

Me siento triste, y no diré más. Es que no puedo.

8:20 p.m. Tijuana, BC. otro Temblor

Tranquilamente inclinando mi vaso, sorbiendo los últimos vestigios de una mezcla de agua pura con Sal de Uvas Picot®, lo percibí, escuche el tañido de la campanita que cuelga de la estatuilla de porcelana de ese Santa Claus que quedó en el estante desde la Navidad pasada. Me asusté. Después Twiteé.

Ya es algo bastante raro y recurrente en todo el mundo. Se sintió bastante fuertesito el temblor acá en Tijuana, acaso se acerca el fin del mundo?

Hoy no fui a laborar

Y que me siento culpable. La verdad no me sentía muy bien por varios aspectos, uno de ellos, un dolor abdominal que supongo que con reposo debe desaparecer, y es que el fin de semana confieso que tragué demasiadas cosas non-sanus y también bebí alcohol inmoderadamente.

Pero me autocastigaré en este preciso momento observando fijamente la siguiente fotografía por media hora:

Fácil me pega unos chingadasos esa vieja, y si lo hace cada que falte a laborar, llegaré a ser un trabajador ejemplar, sin ninguna falta. Hay más con Inner.